Puede resultar un tanto caótico, ruidoso y hasta sucio, tan es así que se le conoce como “Pepe el guarro” ya que uno puede encontrarse restos de alitas tiradas por el suelo.

Su especialidad son las rondas de cerveza acompañadas de tapas, las hay de todo tipo, desde patatas de dos salsas, salchichón y las anteriormente mencionadas alitas de pollo, sobre todo alitas de pollo.

En el momento en el que se efectúa el pago de la comida, el camarero será el encargado de contar las rondas de cerveza y la comida que se ha pedido y formula el precio de la comida, que normalmente suele resultar bajo para los comensales, lo que les sorprende agradablemente. Cuando los clientes dejan propina, el camarero aporrea una campana en señal de agradecimiento.

Puede que no sea el establecimiento más limpio de la capital, y es por eso por lo que puede llamar la atención para quedarte o alejarte de él, pero los que han ido se manifiestan satisfechos por el servicio y la buena calidad de la comida.
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