viernes, 14 de septiembre de 2018

Pensamientos de Jovellanos. II Parte

Resultado de imagen de imágenes de jovellanos“Este pueblo (España) necesita diversiones, pero no espectáculos.”

“Sabiendo y entendiendo bien las materias en que escribe, está seguro de que escribirá bien, siempre que no se empeñe en escribir mejor.”

“Si algo sobre la tierra merece el nombre de felicidad, es aquella interna satisfacción, aquel íntimo sentimiento moral que resulta del empleo de nuestras facultades en la indagación de la verdad y en la práctica de la virtud.”


“El buen gusto, la buena y sana crítica, el exacto y preciso estilo de hablar y escribir, el discernimiento de las doctrinas y opiniones, el amor a los buenos libros y el hastío y horror a los malos, penden casi del todo de este estudio [las Humanidades] preliminar, base y fundamento de todos los demás.”


“El estado de libertad es una situación de paz, de comodidad y de alegría.

“Ninguno que llegare a conocellas,
podrá vivir con ellas ni sin ellas.”

“¡Quién podrá reposar tranquilo mientras los infelices maldicen su descanso!”

Resultado de imagen de imágenes de jovellanos“¡Oh, príncipes! Vosotros fuisteis colocados por el Omnipotente en medio de las naciones para atraer a ellas la abundancia y la prosperidad: ved ahí vuestra primera obligación.”

“Busco en estas moradas silenciosas
el reposo y la paz que aquí se esconden,
y sólo encuentro la inquietud funesta
que mis sentidos y razón conturba...”

“Para el hombre laborioso, el tiempo es elástico y da para todo. Sólo falta el tiempo a quien no sabe aprovecharlo.”

“La verdad es el principio de toda perfección, y la belleza, el gusto, la gracia no pueden existir fuera de ella.”


Jovellanos en Madrid.
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En 1778 consiguió el traslado a la Sala de Alcaldes de Casa y Corte en Madrid, en parte gracias a la influencia del duque de Alba, a quien había tratado en Sevilla. En Madrid entró en la tertulia de Campomanes, a la sazón fiscal del Consejo de Castilla, el cual le encomienda distintos trabajos que le satisfacen especialmente, reconociendo en Jovellanos a un hombre de amplia formación y reconocida solvencia en el terreno económico. 
  En 1780 accede al Consejo de Órdenes Militares. En 1782 formó parte de la comisión que puso en marcha el Banco de San Carlos. Fue miembro de la junta de comercio de la Sociedad Económica Matritense y, desde diciembre de 1784, su director. Redacta diversos estudios sobre la economía de España, entre los que tiene singular valor el Informe sobre la Ley Agraria, en la que aboga por la liberalización del suelo, recogiendo el pensamiento liberal, norma sobre la que el Consejo de Castilla había volcado sus esperanzas para reformar y modernizar el agro peninsular.

Plenamente integrado en la vida cultural madrileña, fue miembro de la Real Academia de la Historia (1779), de la Real Academia de San Fernando (1780) y de la Real Academia Española (1781).


Sin embargo, el inicio de la Revolución francesa paralizó con Carlos IV las ideas ilustradas y apartó de la vida pública a la mayoría de los pensadores avanzados.

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