Mujeres olvidadas. Isabel Zendal Gómez

Isabel nace en Santa Mariña de Parada(A Coruña), en el año de 1771 y fallece en  Puebla de los Ángeles (México).

   Su padre, Jacobo Zendal y su madre, María Gómez eran agricultores muy pobres, tuvieron ochos hijos. 
   Isabel fue  la segunda y la única niña que iba a clases particulares con el párroco de su pueblo.​
   En 1778 al fallecer su madre de viruela, su vida cambia por completo.​

   Isabel, con 20 años, comienza a trabajar en el Hospital de la Caridad de La Coruña que fuera fundado por Teresa Herrera,  como ayudante.​ Años más tarde, en concreto el 31 de julio de 1796, nace su hijo Benito e Isabel lo cría como madre soltera. 

   El 24 de marzo de 1800 comenzó su trabajo como Rectora de la Inclusa y percibía un salario mensual de 50 reales y el pago en especie de una libra diaria de pan elaborado con harina fina, de primera criba. A partir de mayo de 1801 recibía media libra diaria de pan para su hijo y, desde agosto, media libra de carne al día.​

  El 30 de noviembre de 1803 se embarcó  en la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna de Francisco Xavier Balmis . Expedición  organizada y promovida por el Rey Carlos IV, que había perdido a un hijo por la viruela, enfermedad considerada la más mortal que haya azotado a la humanidad.

    Isabel fue uno de sus principales pilares,  cuidando de los 22 niños de la Casa de Expósitos de La Coruña, entre ellos su hijo, que viajaron a América, con edades de entre 3 y 9 años, y de los 26 que fueron a Filipinas, durante los 10 años que duró la expedición para llevar la vacuna de la viruela a los territorios españoles de ultramar.
 Fue considerada en 1950 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la primera enfermera de la historia en misión internacional. 
  A pesar de su valía, es una de las grandes desconocidas de esta epopeya histórica. En España, apenas hallamos su huella en La Coruña, en el nombre de una calle mal rotulada (Isabel López Gandalia).
  Su nombre lo ha rescatado del olvido el periodista Antonio López Mariño.