Después de las semanas pasadas con lo sucedido en Totalán a Julen, quisiera dedicar las flores dominicales a todos esos niños sin nombre que no salen en los telediarios, esos niños que nadie sabe nada de ellos y si saben no quieren saber.
Niños inocentes cuyo único delito es haber nacido en el lugar y la sociedad, quizás equivocada, quién sabe.
Para los niños que mueren a diario en el Mediterráneo con la indiferencia de las naciones "civilizadas".
Para los niños que sufren los horrores de la guerra en cualquier lugar del mundo a manos de las armas vendidas por las naciones mal llamadas desarrolladas.
Para los niños que mueren de hambre y enfermedades en el llamado tercer mundo ante la indiferencia del primer y segundo mundo.
Para los niños que sufren los abusos de miembros de la iglesia amparados en un Dios inmóvil.
Para los niños que tiene que recorrer kilómetros para poder acudir a esa escuela, esperanza de su futuro.
Para los niños que tienen que huir de sus países junto o sin sus padres.
Para los niños que pierden a sus padres en guerras cuyo único fin es conseguir riqueza a cambio de someter y pisotear a otros seres humanos.
Para los niños que sufren malos tratos físicos y psicológicos.
Para los niños que son acosados por otros niños.
Para los niños que son abandonados por sus padres.
Para los niños que sufren la injusticia de cualquier tipo y en cualquier lugar.
Para todos los niños sin nombre, olvidados por las "sociedades avanzadas"
Fotografía: J Ruiz
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