Hace 15 años que los atentados terroristas del 11 de Marzo, nos sacudieron el cuerpo y las entrañas.
15 años ya y es como si fuera ayer. Ese día, el 11 M de 2004 se paro el tiempo durante unos minutos y al volver a correr, ya nada fue igual.
No somos Nueva York, ni Paris, ni Bruselas, somos Madrid y sentimos un dolor íntimo e interno, un dolor propio e incomprensible, como ellos.
¿Quién en Madrid no conocía a algún afectado? Casi nadie, a los que no los conocías como si los conocieras, eran conciudadanos, hermanos que nos fueron arrancados por un fanatismo ciego y asesino.
Yo hoy quiero poner cara a mi recuerdo con Javier y su hijo. Buena gente, solidarios, entregados, buenos compañeros y amigos.
¡No os olvido!
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