Desde comienzos del siglo XVII hasta mediados del XIX estuvo instalada en Puerta Cerrada la Fuente de Diana. 
  En 1850 esta fuente fue sustituida por un caño destinado únicamente al uso de los vecinos.  Hoy en día continua en el mismo lugar siendo el más antiguo de Madrid y uno de los pocos que  se conservan en Madrid. 
La Ilustración, 1850
 (Prensa Histórica Mº Cultura)
   Fue el arquitecto fontanero de la Villa era Martín López Aguado  el que realizó el cambio de la antigua fuente de Puerta Cerrada que fue demolida (la escultura de Diana que la coronaba fue trasladada a la nueva fuente de la calle de Segovia, donde continúa). En su lugar, entre las calles de Segovia y del Sacramento, se instaló este caño de vecindad.
  La fuente  fue rematada con un farol, lo cual en ese momento era una novedad. También lo era el sistema de grifos, que permitían la interrupción del flujo del agua.
Begué, 1864
(memoriademadrid)
La nueva fuente de Puerta Cerrada consistía “… en un basamento de piedra berroqueña y de poca altura, con dos piloncillos de buen perfil: encima hay un pedestal de buen dibujo y proporciones, con su zócalo y corona de formas sencillas, que sostiene una elegante columna de hierro fundido, coronada por una hermosa farola para alumbrar aquel espacio…” .

  A lo largo de los años la fuentecilla ha sufrido muchas modificaciones.
   En algún momento, posterior a 1864 como indica la foto de Begué, la modesta farola original fue cambiada por otra de cuatro brazos, con cinco luminarias, una en cada brazo y otra en el centro. Así aparecía en 1930.
   En 1995 el Ayuntamiento se encargó de su limpieza y algunas piezas fueron sustituidas.
   Actualmente está adornada por rosetas de hierro forjado y placas de caliza blanca. De hierro es también la tapa de acceso al interior de la fuente.
    Por contra desde hace tiempo a desaparecido la farola sin saber muy bien si esta en reparación o se ha retirado definitivamente. 
   Seria una lastima que desapareciera una de las pocas farolas de estilo fernandino auténticas que se conservan.
   Esperemos que pronto se reponga y el caño de vecindad continue cumpliendo su función.