En el museo al aire libre de la Castellana se encuentra "Un món per a infants" (Un mundo para niños), escultura de Andreu Alfaro perteneciente a la serie Generatrices.
Está compuesta de 16 barras en acero inoxidable de uso industrial, rectas, de igual tamaño -200 cm- y sección rectangular, que se engarzan unas a otras por un eje. La primera y la última pletina sujetan la estructura al pedestal e inician la sucesión de varillas en abanico, produciendo una sensación de movimiento rotatorio en el espacio, relacionado con los efectos ilusorios que se utilizan en el arte óptico.
El mismo tratamiento tiene la luz que, al filtrarse entre las barras, marca los contornos y confiere a la obra ingravidez, elegancia y luminosidad, acentuada por los destellos de la luz sobre el material cromado.
La disposición de las varillas parece aludir al movimiento de una noria de feria o un molinillo de viento, temas infantiles como los que se reflejan en un libro de relatos para niños, recopilado por Joan Fuster e ilustrado por Andreu Alfaro, que se publicó en los años cincuenta, precisamente con el mismo título de la obra del Museo.
Está compuesta de 16 barras en acero inoxidable de uso industrial, rectas, de igual tamaño -200 cm- y sección rectangular, que se engarzan unas a otras por un eje. La primera y la última pletina sujetan la estructura al pedestal e inician la sucesión de varillas en abanico, produciendo una sensación de movimiento rotatorio en el espacio, relacionado con los efectos ilusorios que se utilizan en el arte óptico.
El mismo tratamiento tiene la luz que, al filtrarse entre las barras, marca los contornos y confiere a la obra ingravidez, elegancia y luminosidad, acentuada por los destellos de la luz sobre el material cromado.
La disposición de las varillas parece aludir al movimiento de una noria de feria o un molinillo de viento, temas infantiles como los que se reflejan en un libro de relatos para niños, recopilado por Joan Fuster e ilustrado por Andreu Alfaro, que se publicó en los años cincuenta, precisamente con el mismo título de la obra del Museo.
Andreu Alfaro Hernández nació en Valencia en 1929. Artista autodidacta, era hijo de un carnicero.
Relacionado con el Grupo Parpalló (1957) e influido por los constructivistas, como Constantin Brâncuşi o Antoine Pevsner, y por Jorge Oteiza. Sus obras, expuestas en la Bienal de Venecia del 1966 "My Black Brother", lograron un eco internacional.
A finales de la década de 1960 experimentó profusamente con materiales metálicos como el acero y el aluminio. En 1980 experimentó con el alambre y el mármol. El mismo año recibió el Premi d’Honor Jaume I y en 1981 el Premio Nacional de Artes Plásticas. En 1991 la diputación de Valencia le concedió el Premio Alfons Roig d’Arts Plástiques.
Existen obras de Andreu Alfaro en museos de todo el mundo y en las vías públicas de muchas localidades, particularmente en España. Sus obras más importantes fueron La rella (1961), La veu d'un poble (1964-1965), Monument a l’amor (1965-1967), Bon dia llibertat (1975) y Catalan power (1976).
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