Juliana Morell o Morella nació el 16 de febrero de 1594 en Barcelona. Hija de descendientes de judíos conversos, perdió a su madre cuando contaba dos o tres años de edad. Superdotada, aprendió a leer y escribir a los cuatro años con suma facilidad con los frailes dominicos de Barcelona, quienes declararon que ya no podían enseñarle nada más.
A los siete años sabía ya catalán, griego, latín y hebreo. A los doce dominaba al menos el árabe, el siriaco, el italiano, el francés y el español. A los diecisiete hablaba, leía y escribía en catorce idiomas.
A los siete años sabía ya catalán, griego, latín y hebreo. A los doce dominaba al menos el árabe, el siriaco, el italiano, el francés y el español. A los diecisiete hablaba, leía y escribía en catorce idiomas.
Su padre, Joan Antoni Morell, un conocido banquero y hombre culto, se vio implicado en un homicidio y huyó con ella, que por entonces contaba siete u ocho años, a Lyon, donde Juliana siguió con su formación, añadiendo a sus saberes Filosofía, Matemáticas, Derecho civil y canónico, Astronomía, Física y Música.
En 1606 o 1607, cuando contaba doce o trece años, defendió unas tesis cum Logicas tum Morales dedicadas a Margarita de Austria, reina de España.
En 1608 recibió el grado de doctora summa cum laude en Aviñón, adonde se había trasladado con su padre y que por entonces formaba parte de los Estados Pontificios.
Protegida por la Condesa de Comté y huyendo del matrimonio que le preparaba su padre, entró en el convento dominico de San Práxedes de Aviñón como novicia. Hizo los votos finales el 20 de junio de 1610. A los tres años ya era priora, y lo fue otras dos veces más; en ese convento pasó el resto de su vida hasta su muerte en 1656 y allí está enterrada.
La alabaron Lope de Vega en la segunda silva de su Laurel de Apolo y Benito Jerónimo Feijoo entre otros muchos. Se cuenta con una biografía de esta escritora, más bien una hagiografía, por parte de Gabriela de Vellay, escrita en 1662.
En 1608 recibió el grado de doctora summa cum laude en Aviñón, adonde se había trasladado con su padre y que por entonces formaba parte de los Estados Pontificios.
Protegida por la Condesa de Comté y huyendo del matrimonio que le preparaba su padre, entró en el convento dominico de San Práxedes de Aviñón como novicia. Hizo los votos finales el 20 de junio de 1610. A los tres años ya era priora, y lo fue otras dos veces más; en ese convento pasó el resto de su vida hasta su muerte en 1656 y allí está enterrada.
La alabaron Lope de Vega en la segunda silva de su Laurel de Apolo y Benito Jerónimo Feijoo entre otros muchos. Se cuenta con una biografía de esta escritora, más bien una hagiografía, por parte de Gabriela de Vellay, escrita en 1662.
Morell tradujo del latín al francés varias obras de San Vicente Ferrer comentándolas, en concreto la Vita Spiritualis (Lyon, 1617; París, 1619) con el título Traité de la vie spirituelle par S. Vincent Ferrier de l’Ordre de S. Dominique, traduit de Latin en Francez avec des remarques &annotations sur chaque chapitre; unos Exercices spirituales sur l’éternité, avec quelques autresméditations de divers sujets,& un petit exercice préparatoire pour la sante profession (Avignon, 1637); una traducción al francés de la Regla de San Agustín con varios comentarios y observaciones con el propósito de instruir (La regle de S. Agustín traduite en François, enrichie de diverses explications & remarques pour servir d’istruction, Avigon, 1680) que incluye como apéndice una biografía de la autora por parte de Marie de Beauchamp; una Histoire du retablissement & de la reforme de son monastere desante Praxede, avec les vies de quelques religieuses du dit monastere decedées de sontemps en opinión de vertu, manuscrita, y poemas en latín y francés conservados principalmente en forma manuscrita, así como también textos en prosa como la «Oración recitada ante Paulo V», que será impresa y fue probablemente su tesis doctoral leída en Aviñón ante el papa.
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