En pleno centro de Madrid, entre las calles Miguel Ángel y General Martínez Campos, se sitúa la sede de la Fundación Ortega-Marañón. Se compone de dos emblemáticos edificios. El primero de ellos es un palacete de principios del siglo XX que se inauguró como sede de la Residencia de Señoritas de la Junta de Ampliación de Estudios. El segundo edificio es una obra de la arquitectura racionalista de los años 30, diseñado por el arquitecto Carlos Arniches. Ambos edificios están declarados como Bien de Interés Cultural y Arquitectónico.
El jardín de la Fundación Ortega-Marañón sorprende por su tamaño y belleza. Su ubicación y distribución es inmejorable, convirtiéndose en un lugar único en el centro de Madrid.
Pues bien, en este maravilloso jardín se encuentra la fuente que nos ocupa. Situada frente a la puerta de unos de los edificios, hace girar a todo el jardín alrededor de ella.
Realizada en metal se compone de una pila circular a ras de suelo y rodeada plantas multicolores todo el año.
Del centro del vaso se alza una columna rematada por una bandeja, de la que surge otra columna más esbelta que sostiene una pequeña bandeja que a su vez contiene una alcachofa de la brota el agua a borbotones,
El agua de la alcachofa hace rebosar la bandeja más pequeña, dejando caer una ligera cortina de gotas de agua a la segunda bandeja que a su vez también rebosa sobre el vaso circular provocando el mismo efecto
La fuente, el borbotón de la alcachofa, las cortinas sutiles de gotas de agua y el sonido del resbalar del agua, todo ello envuelto por este jardín maravilloso, componen un regalo precioso para los sentidos.
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