Mujeres olvidadas. Marcela del Carpio

 

Marcela del Carpio nació en Toledo, el 8 de mayo de 1605. Sus padres, el dramaturgo Lope de Vega y la actriz Micaela de Luján.

   De pequeña estuvo al cargo, junto con su hermano, Lopito, de una criada de nombre Catalina, hasta el 1613 en que falleció su madrastra Juana de Guardo, que era la segunda esposa de Lope de Vega y pasó a vivir en Madrid junto a su padre, su hermanastra Feliciana y con los hijos que Lope de Vega, tuvo con Marta de Nevares. 

  El 2 de febrero del 1621 ingresó en el Convento de las Monjas Trinitarias Descalzas de Madrid,(precisamente en lo que hoy es la calle Lope de Vega), con el nombre de sor Marcela de San Félix, evitando la vida familiar desordenada por el número de hijos que convivían juntos. 

Mantuvo una muy buena relación con su padre -al que imitaba  a la hora de componer versos y comedias de tema religioso, en las que ella misma actuaba-. 

  En el convento, Marcela desempeñó casi todos los oficios del convento: fue tres veces madre superiora, maestra de novicias, provisora, refitolera y gallinera.

   Dejó cinco volúmenes de escritos y una autobiografía espiritual, que fue quemada junto con cuatro de los volúmenes por consejo de su confesor personal.   

Lo que ha quedado son veintidós romances, dos seguidillas, un villancico, una décima, una endecha, ocho loas, una lira y seis obras teatrales denominadas Coloquios espirituales. Destaca en su obra una extraordinaria mordacidad satírica y un singular uso de la métrica y del lenguaje. Cabe destacar Las virtudes, Muerte del apetito o La estimación de la religión y varias de las loas, muchas de ellas dedicadas a la profesión de una compañera, así como un Breve festejo, pieza alegórica representada la noche de Reyes de 1653.
    Marcela fallecio en Madrid el 9 de enero de 1688.