Pincho que sorprende por la mezcla de sabores, su variedad cromatica y facilidad para su preparación
Ingredientes:
Para 2 personas
Queso Camembert 300 g
Huevo batido 1
Copos de maíz tostado u otros cereales para empanar
Mermelada de grosella
Preparación:
Guardar el queso durante media hora en el congelador, para que esté un poco menos cremoso.
Cortar con un aro de emplatar un cilindro que después corto por la mitad en dos medallones. El resto del queso, es decir la parte que queda por fuera del aro, no la tiramos sino que la utilizamos para untar en tostas, o para añadir en cremas de verduras a las que aportará sabor y textura cremosa.
Machacar los copos de cereales elegidos con un mortero para conseguir un polvo con el que empanar los medallones. En casa preferimos mezclar esos copos machacados con pan rallado pero si queréis podéis hacer el empanado solo con copos o como más os guste.
Pasamos los medallones por huevo, después por copos de cereales y seguidamente hacemos una segunda pasada de huevo y pan rallado para que el rebozado aguante bien el queso fundido en su interior. Para asegurarnos de que mantendrán su forma, los horneamos dentro de cápsulas para magdalenas o muffins.
Además, para que no se deshagan al meterlos al horno, lo que hacemos es volver a meter los medallones en el congelador durante 30 minutos antes de hornearlos, y en ese tiempo aprovechamos para precalentar el horno a 190ºC. Luego bastará con 7 minutos de horneado por cada cara para sacarlos bien crujientes y servirlos con la mermelada.
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