martes, 8 de noviembre de 2022

Madrileños célebres. Pirulo

Luis Ortega Cruz, que era como se llamaba Pirulo, nació en Madrid en 1924, en una chabola de la calle Ibiza. Sus padres habían emigrado a la capital procedentes de Jumilla (Murcia). 
 Desde 1942 tuvo su puesto de intercambio de cromos en las puertas del parque del Retiro próximas a Ibiza y Sainz de Baranda, además de un puesto fijo de intercambio de cromos y tebeos en la calle Ibiza. 
Pirulo cambiaba un cromo difícil por cuatro fáciles. Los niños miraban los cromos y repetían: Sile, nole, sile, nole…(sí, le tengo, no le tengo). También vendía algunas chuches, y recuerdo que cuando se tenía que ausentar del puesto, lo dejaba todo tal cual con una estampa de la virgen en la que ponía: «La virgen te ve» Los niños cogían lo que querían y dejaban religiosamente el importe en la cestita.

   A Pirulo  le conocía todo Madrid, sobre todo desde que salvó a una niña, Paloma Fraile, que fue atropellada por un tranvía en Menéndez Pelayo. La gente creyó que estaba muerta, pero Pirulo la cargó en su carrito y la llevó al hospital, donde pudo salvarse. En 1982 ella participó en un homenaje a su salvador.
   Pirulo colaboró en la creación de tres comedores infantiles en la dura posguerra y ayudó al Padre Llanos en su labor social en el Pozo del Tío Raimundo.
  Rasgo destacado de Pirulo fue su llaneza a la hora de tratar con los pequeños, a los que siempre consideraba personas, cuestión clave para el establecimiento de un afecto hacia él que duraba décadas.  
   Simpático, desdentado y "muy miedoso", según confesión propia, Pirulo formó parte del paisaje humano madrileño durante casi toda su vida. Una placa recuerda desde 1988 su memoria en el distrito de Retiro: "A Pirulo, los niños de ayer y de hoy".
Luis Ortega Cruz, Pirulo murió en la localidad madrileña de Arganda del Rey, en la residencia pública de ancianos donde vivía. Contaba 85 años. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario