Casa solariega del siglo XVIII, situada en la calle Santiago, n.º 29, de Alcalá de Henares. Se la conoce con el nombre del dueño más famoso que ha tenido, el fotógrafo francés Jean Laurent.
El inmueble fue construido por el maestro de obras y alarife alcalaíno José Arredondo. La vivienda perteneció a la marquesa de Murillo y luego ha pasado por diferentes manos hasta llegar a ser propiedad de las madres Escolapias.
En 2021 se ha iniciado un proceso de micromecenazgo para restaurar la escalera de este palacio, y convertirlo en una Casa-museo de Laurent, que incluirá una colección de sus fotografías del siglo XIX y una réplica de su carruaje-laboratorio fotográfico.
Inicialmente el edificio era una casa palaciega de estilo barroco con galería, que contaba con 14 habitaciones, entre salones y dormitorios, destacando un despacho y un gabinete, además de jardín y huerto. En la actualidad, el edificio se articula en torno a una magnífica escalera, decorada con pinturas del siglo XIX. Consta de dos plantas en origen, más una tercera añadida en 1904 por las Madres Escolapias.
Su fachada, a la calle Santiago, está construida en fábrica de ladrillo sobre zócalo de sillería, con gran sobriedad y sencillez compositiva. Destacando la portada adintelada, con decoración barroca de fajas de piedra y, sobre ella, un escudo heráldico con yelmo.
En su interior, y como parte de la estructura, hay una serie de pilares modernistas realizados en hierro por la Fundición Lebrero de Madrid. Originalmente la casa, en su planta baja, tiene un zaguán de entrada y una gran sala de recibimiento junto a la escalera principal, formando un espacio de doble altura de planta cuadrada, sustentado por esbeltas columnas de madera e iluminado en cubierta por una pequeña linterna octogonal; decorado todo el conjunto por molduras de madera policromada. El conjunto mantiene unidad ornamental en los motivos vegetales escogidos, enfatizados por la tonalidad verde y tierra de la policromía de la madera (columnas a modo de esbeltos troncos, molduras geométricas, estructura y decoración natural de la escalera). Y una galería porticada, que actualmente conserva dos crujías, en torno al patio o jardín interior del edificio.
En la segunda planta, dos pasillos de distribución interior se abren en arquerías de madera policromada frente al espacio de doble altura de la escalera principal, y prestan acceso a las dependencias contiguas de las que sólo quedan originarias dos galerías cerradas en torno al patio. La finca, además, tenía huerta, una cuadra, corrales y una casa de dos plantas para el hortelano.
El espacio más singular, y que mejor ha perdurado, es la escalera rematada con cúpula y linterna. Su estructura se apoya sobre pilares (no sobre muros, como suele ser habitual) con arcos de medio punto y sorprendentes "arcos de escarpe". En la ventana de la escalera hay una vidriera policromada, obra de Maumejean, colocada en la década de 1960.
Toda la decoración en yeso tallado es del siglo XVIII. Laurent mandó redecorar y repintar la bóveda en 1863. En los cuatro paños interiores de la cubierta, aparecen escudos heráldicos con coloridos relieves representando los blasones de Francia en tiempos de Napoleón III, de España en tiempos de Isabel II, de las ciudades de Madrid y de Alcalá de Henares.
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