Tempranito, cuando Santiago bosteza todavía y las calles están casi recién puestas, paseamos despacio, sin prisas en busca del mercado.
Pasamos por portales, soportales, iglesia, casonas, más iglesias hasta llegar a las puestas del mercado recién abierto, donde los vendedores esperan tranquilos la llegada de los clientes.
Los mercados tradicionales dan al viajero una idea de como es la ciudad que los acoge. Santiago de Compostela no es una excepción, su mercado es preciso.
Fotografía: J Ruiz
No hay comentarios:
Publicar un comentario