Hay oficios que han desaparecido por el paso del tiempo y los avances tecnológicos, pero sus nombres, las palabras, queremos que se queden entre nosotros.
Lañador:
De lañar.
Hombre que por medio de lañas o grapas compone objetos rotos, especialmente de barro o loza.
Vadeador:
Hombre que conoce bien los vados y sirve en ellos de guía.
Farolero:
Vano, ostentoso, amigo de llamar la atención y de hacer lo que no le toca.
Fabricante o vendedor de faroles.
Encargado de cuidar de los faroles del alumbrado.
Deshollinador:
Que deshollina.
Que repara y mira con curiosidad.
Utensilio para deshollinar chimeneas.
Escoba de palo muy largo, que suele cubrirse con un paño, para deshollinar techos y paredes.
Credenciero:
Criado que tenía a su cuidado la credencia, y solía hacer la salva antes de que bebiera su señor.
Credencia:
Del lat. mediev. credentia, y este der. del lat. credens, -entis 'que cree'.
Mesa o repisa que se pone inmediata al altar, a fin de tener a mano lo necesario para la celebración de los divinos oficios.
Aparador en que se ponían los frascos de vino y de agua de que, previa la salva, había de beber el rey o alguna persona principal.
Cartas credenciales.
Salva:
Prueba que hacía de la comida y bebida la persona encargada de servirla a los reyes y grandes señores, para asegurar que no había en ellas ponzoña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario