La taberna abrió sus puertas por primera vez hace casi 70 años, en 1948, en el local de la antigua taberna "Casa Bravo" en la calle Padilla, 39.
Un joven de nombre Dionisio Amorós, fundó la taberna y la bautizo como "El Cantábrico" en honor a su esposa, Fernanda Dehesa, santanderina de nacimiento.
El local conserva su largo mostrador, sus dos grifos plateados de cerveza, los viejos azulejos y un muestrario de fotografías de su propia historia, de la costa cántabra y de Madrid.
Todos los días le llegan los mariscos a sus cocinas para cocerlos frescos y pasar rápidamente a las vitrinas, para poder tentar a los clientes fieles que todos los días se pasan por delante de ellas.
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