Realizado en 1934 por José Mª Palma Burgos, tras colecta pública. Inaugurado el 31 de mayo de ese mismo año con asistencia del jefe del Estado, don Niceto Alcalá-Zamora, se encuentra en el Parque del Oeste, en la confluencia del Paseo de Moret con el de Rosales.
un gran grupo escultórico compuesto de varias figuras que se encuentra en lo alto de una pradera.
La ubicación de este monumento urbano es privilegiada. Desde aquí se contempla una impresionante puesta de sol sobre la arboleda.
El grupo escultorico consiste en un gran basamento de granito y piedra caliza sobre el que se encuentra la figura de la escritora vestida con una toga, mirando hacia arriba y sosteniendo un libro con su mano derecha.
En el lado izquierdo tenemos la figura en bronce que representa la ciencia, y en el derecho un altorrelieve que alude a la justicia y el alivio del dolor. Una inscripción en la base dice “Concepción Arenal, amó la ciencia, consoló el dolor” y nos recuerda que el monumento fue erigido por suscripción popular en 1934.
Todavía pueden apreciarse, especialmente en el muro trasero, las cicatrices de balas y metralla que dejó en este monumento la Guerra Civil, cuando el Parque del Oeste se convirtió en frente de combate y fue completamente arrasado por bombas, trincheras y búnkers.
Todas las estatuas y monumentos que existían en el parque fueron destruidos o seriamente dañados, sin ser este una excepción.
Finalizada la contienda fue sometido a restauración por el arquitecto Pedro Muguruza y el mismo escultor, José Mª Palma, volviéndose a inaugurar en 1955 más o menos en el mismo emplazamiento original.
La escritora Concepción Arenal fue una intelectual que denunció la desigualdad entre hombres y mujeres, la situación de los presos, de los enfermos pobres. De ella es la conocida frase ‘Odia el delito y compadece al delincuente’, que resume su visión de los delincuentes como el producto de una sociedad represora y llena de desigualdades.
Para reconocer su trabajo se erigió en 1934, por suscripción popular, un monumento en su memoria en el parque del Oeste, un acto al que asistió el entonces presidente de la Segunda República, Niceto Alcalá Zamora.
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