Autores
ROLDÁN PASCUAL, Joaquín (Arquitecto)
UGARTE, Joaquín (Escultor)
Autores
ROLDÁN PASCUAL, Joaquín (Arquitecto)
UGARTE, Joaquín (Escultor)
El beso está realizada en bronce y en ella se combinan elementos de la cultura china y occidental. Hongfei juega con el volumen y la profundidad para dar forma a una pieza en la que un hombre eleva a su amada. La estatua ha sido exhibida en más de 60 lugares públicos, galerías de arte y museos de 20 países. De hecho, El beso ya estuvo en Madrid en 2020, en la plaza de Cibeles, formando parte de una exposición temporal junto a otras piezas de la colección Gorditas del maestro chino.
Fue levantado a iniciativa municipal siendo alcalde D. Enrique Tierno Galván y está vinculado a un gran ámbito urbano, una gran plaza frontera a la calle Antonio Machado a la que sirve de marco y límite, escenario de uno de los barrios residenciales más significados y emblemáticos de la zona norte de Madrid.
Poeta comprometido con la causa republicana al igual que la práctica mayoría de los integrantes de la generación del 27, paseó su bonhomía ante la sociedad y el hombre, ejerció su magisterio como profesor de francés por los institutos de Soria y de Segovia y cantó con hermosos e irrepetibles versos y con singular melancolía a los campos de Castilla. Su misantropía y su proximidad al bando de los perdedores le impulsaron al exilio en el sur de Francia donde murió en la ciudad de Collioure en 1939.
Realizada por Giovan Domenico Olivieri para coronar la Fuente del Rey en la plaza de San Antonio de Aranjuez, la cual había sido diseñada por el arquitecto Santiago Bonavía, estaba complementada con diversos motivos, como tres leones de mármol de Carrara que aún permanecen en este lugar. Olivieri trabajó la obra en Madrid y posteriormente la trasladó a Aranjuez; el importe que cobró por el conjunto, según la valoración hecha por Bonavía y aprobada por el Rey, fue de 30.000 reales de vellón, 15.000 por la estatua y cinco mil por cada uno de los leones.
En abril de 1752 se instaló la estatua en la fuente en la Plaza Principal de Aranjuez, pero en febrero de 1760, tras la llegada de Carlos III, el arquitecto francés Jaime Marquet, que lo era del sitio, recibió órdenes de separarla de la fuente y colocarla en un lugar decente, por lo que en agosto de 1761 fue trasladada a la Corte y llevada al patio del monasterio de la Visitación de las Salesas Reales, donde habían sido enterrados Fernando VI y Bárbara de Braganza, como fundadores del mismo. Con la incautación del monasterio por el Estado y su transformación en Palacio de Justicia, en el año 1882 la estatua fue trasladada al lugar que hoy ocupa, en la Plaza de la Villa de París, al lado de la que se decidió erigir a su esposa Bárbara de Braganza.
En la Plaza de la Constitución de Aranjuez, frente al Palacio Real se encuentra la estatua de Alfonso XII realizada por el escultor Eugenio Duque Duque en 1897.
Emplazada sobre un pedestal cuadrado de piedra blanca de Colmenar y dentro de un pequeño jardín delimitado por una valla de hierro de fundición.
El monarca nació en el Pardo en 1885. Reinó tras la Restauración Borbónica entre 1874 y 1885. Murió prematuramente a los 27 años víctima de la tuberculosis.
Con este objetivo el Ayuntamiento de Villanueva de Gállego ofreció en donación uno de estos bustos a principios de 2022 para su instalación en uno de los lugares donde vivió Pradilla durante sus años de estancia en Madrid y así dejar constancia del vínculo del artista con la ciudad. En concreto, en el Paseo del Pintor Rosales frente a la calle Quintana.
Luis Bellido y González fue uno de los grandes nombres de la cultura arquitectónica de la ciudad del primer tercio del siglo XX y ejerció su cargo de Arquitecto Municipal entre 1905 y 1939, época de gran transformación de Madrid. Como se explicó en la exposición “Bellido representa, con su regeneradora propuesta de una sinceridad constructiva, un caso relevante y muy singular en el intento de renovación del panorama arquitectónico y, en particular, en sus largos años de servicio en el Ayuntamiento, un esforzado y sostenido testimonio de la responsabilidad social del arquitecto."
Precisamente, el lugar donde se instala el busto es en los jardines situados frente a la Casa del Reloj, sede de la Junta de Distrito de Arganzuela, y entrada del actual Matadero Madrid, ambos edificios proyectados por Bellido.
La estatua recuerda la figura de Santiago Ramón y Cajal, ilustre médico español nacido en Navarra en 1852 y fallecido en Madrid en 1934. Cursó la carrera de medicina en Zaragoza y ocupó diversos cargos en varios hospitales y universidades, especializándose en Neurohistología, disciplina en la que realizó importantes estudios que lo hicieron merecedor del premio Nóbe
l de Medicina en 1906.
Se encargó el monumento a su gran amigo Mariano Benlliure. Este eligió como tema para configurar el monumento funerario su gran labor periodista que desarrollo y su entrega vocacional a su profesión, esculpiendo la figura de un joven linotipista, que viste un blusón largo típico del oficio, que se apoya en la base de una sencilla y robusta cruz para contemplar, con expresión melancólica, la efigie del periodista tallada en un delicado relieve sobre una losa de piedra inclinada. Benlliure, al que le unía una estrecha amistad con Moya y su familia, fundió en bronce el relieve con el perfil y se lo ofreció dedicado su la viuda.
El autor denominó a esta obra de comienzos de los años setenta como “Reflexiones”. “Los cubos” llegaría a ser un auténtico monumento urbano que desde sus orígenes aparecerá vinculado inseparablemente a un conjunto edificatorio de nuevo cuño resultado de una intervención especulativa en la ciudad. El monumento, fruto de un concurso ganado por Torner.
La Puerta de la Ilustración es una escultura urbana del último tercio del siglo XX, erigida a modo de puerta monumental.
Diseñada por el escultor, pintor y dibujante Andreu Alfaro en 1984. Fue encargada por el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, en el contexto de las obras de construcción de la avenida de la Ilustración. En el plan urbanístico de esta vía, concebida para unir los extremos septentrionales de la autopista M-30, se contemplaba la realización de cuatro monumentos de grandes dimensiones, de los cuales sólo pudo ejecutarse la puerta. La Puerta de la Ilustración fue inaugurada en 1990.
La escultura se concibe como una puerta conmemorativa, bajo la cual pasa el tráfico rodado, a través de la calzada principal de la avenida de la Ilustración.
Está realizada en acero inoxidable y mide 23 m de alto, 84 de largo y 33 de ancho. Consta de dos cuerpos paralelos, integrados, cada uno de ellos, por una sucesión de trece arcos de medio punto, separados entre sí. Son conocidos popularmente como los arcos. La altura de los arcos varía siguiendo un orden creciente o decreciente en función de su situación en uno u otro cuerpo. Los trece ubicados en el cuerpo meridional disminuyen en altura siguiendo la dirección oeste-este, mientras que los trece restantes, correspondientes al cuerpo septentrional, lo hacen en sentido inverso.
El monumento consiste en una niña sentada sobre un montón de libros que, a su vez, están sujetados por una larga peana de acero, donde se puede leer un texto del propio Sampedro sobre la emoción de navegar por la literatura, con la rúbrica del propio escritor en la base. Las palabras de la larga peana deberian iluminarse de noche con un haz que simulara que van cayendo.
La escultora Natividad Sánchez cuenta que la niña representada está leyendo una novela del propio José Luis Sampedro, Congreso en Estocolmo. Y que lo hace a escondidas después de que sus padres le hayan prohibido leerla, porque piensan que su voltaje pasional no es adecuado para su edad. La niña es la propia Natividad Sánchez
Este homenaje remataba un reconocimiento que el Ayuntamiento de Madrid quiso hacer a uno de sus escritores, humanistas y académicos más destacados durante el año del centenario de su nacimiento, en 2017. Entonces el pleno municipal aprobó poner su nombre al parque situado junto al Centro Cultural Galileo, que después fue reformado en varias fases.
El monumento se ubica en el parque desde hace mucho tiempo, pero el monumento ha pasado desapercibido para muchos porque aún no ha sido inaugurado por el Ayuntamiento.
Mientras que esperamos a que algún responsable municipal acuda a recordar al escritor y economista de Chamberí, su obra transmite serenidad, belleza y curiosidad por la lectura a todo el que entra al parque.
El texto del monumento a José Luis Sampedro
Esa navegación en la librería, en mi carabela de los descubrimientos, esa conquista fácil de otros mundos, de otras vidas, que nunca conocería sin el libro es la fuera, la magia, la salvadora vivencia de la lectura. Desde que, en mi infancia, Salgari me llevó a vivir entre los bucaneros del Caribe, hasta ahora en que puedo asomarme a las mitocondrias y su discutido misterio en las células, mientras yo no pierda los ojos ni la razón, la lectura llenará mis deseos, provocará otros y me descubrirá lo que no sospecho dando a mi limitada vida física perspectivas innumerables.
El conjunto escultórico esta situado junto a un centro educativo, construido inicialmente en 1944 para albergar el Orfanato Nacional de Santa María del Pardo. El recinto tiene su origen en una finca de recreo que a principios del siglo XIX pertenecía a varios vecinos de Carabanchel. En 1829 la propiedad despertó el interés de María Cristina, esposa de Fernando VII, quien la adquirió y posteriormente amplió con diversas construcciones convirtiéndola en Real Posesión; en 1859 la finca fue vendida a D. José de Salamanca, quien realizó nuevas intervenciones en ella y, tras la muerte de éste, pasó a manos del Estado en 1887. Su extensión sería ocupada desde entonces paulatina y desordenadamente por diversas instituciones de carácter social y docente, construyendo algunas nuevas edificaciones y aprovechando las existentes para albergar diferentes usos. Se inició así un proceso que alteraría significativamente la morfología de la propiedad, durante el que serían sustraídos o destruidos muchos de los elementos ornamentales originales del conjunto; entre ellos se encontraba un nutrido grupo de esculturas de inspiración clásica, desconociéndose si la pareja de esculturas procede de dicho conjunto o si, como indican algunos estudios sobre la historia de la propiedad, se trata de copias posteriores a dicha fecha.
De las dos estatuas sólo se puede apreciar la configuración original de una de ellas debido a los cuantiosos desperfectos que muestran; la mejor conservada, a la que le faltan la cabeza, la mano derecha y el brazo izquierdo, muestra la figura completa de un atleta o gladiador con el torso y las piernas desnudos, el brazo derecho doblado sobre el pecho, posiblemente sujetando una lanza u otro instrumento, la pierna izquierda levemente flexionada y la derecha atrasada, en una postura dinámica que reproduce el inicio de un movimiento. La figura, apoyada sobre un pequeño tronco situado tras ella decorado con piñas y formas vegetales onduladas, descansa sobre una gruesa placa irregular que forma parte de la escultura, y el conjunto a su vez se eleva sobre un voluminoso pedestal. De la otra escultura que forma la pareja apenas quedan unos fragmentos de la pierna, el tronco sobre el que se apoyaba la figura y su base, por lo que se desconocen los detalles de su configuración, si bien, y gracias a los escasos documentos gráficos existentes, se sabe que ambas eran similares tanto en dimensiones como en composición y tema.
La escultura fue donada a la ciudad de Madrid por el estado mexicano de Veracruz, bajo el mandato de Miguel Alemán. Se trata de una réplica exacta, realizada en 2005 por el escultor Ignacio Pérez Solano, de una de las colosales cabezas esculpidas por la cultura precolombina Olmeca; en concreto, reproduce la denominada Cabeza Colosal nº 8, conocida como el "Rey", que debió de tallarse entre los años 1200 y 900 a. C y que actualmente se considera una de las piezas más representativas del grupo de 17 cabezas olmecas halladas completas hasta la fecha. La obra original fue encontrada en San Lorenzo Tonochtitlán y hoy se exhibe en el Museo Nacional de Antropología e Historia de su capital, Xalapa.
La cabeza descansa sobre una gran piramide escalonada, de base cuadrada y con cuatro rampas laterales, realizada con hormigón revestido de placas de caliza.
En origen el burrito remataba una fuente, hoy desaparecida y convertida en un pequeño ajardinamiento. La pieza, firmada el 7 de agosto de 1955, corresponde a la ornamentación inicial del Instituto Tajamar, dependiente del Opus Dei. La figura del borrico constituye una alusión simbólica al fundador de esta prelatura personal, José María Escrivá de Balaguer, quien se definía a sí mismo como "burro de Dios".
La escultura metálica es de factura realista, supone una alusión simbólica al fundador del Opus Dei, que en este caso está complementada con otros símbolos referidos al Instituto Tajamar; en concreto, los relieves con su escudo y su inicial que adoran las alforjas soportadas a lomos del burrito. La pieza está dedicada en su base, junto a la pata delantera izquierda del animal, con la siguiente inscripción grabada: A / D. RODRI / 7-VIII-/ 1955.