Fue creada en un taller de Vicálvaro expresamente para ser instalada bajo el paso elevado que une el Paseo de Eduardo Dato con Juan Bravo, suspendida de los pilares del puente, en el Museo de Escultura al Aire Libre de la Castellana, que aunque en 1972 se había abierto en parte al público no pudo ser inaugurado oficialmente debido a la enorme polémica generada por la instalación de la obra de Chillida, ampliamente reflejada en los periódicos de la época.
El Ayuntamiento alegaba que el peso de la escultura, 6.150 kilos, la convertía en muy peligrosa, sin tener en cuenta que los ingenieros lógicamente ya habían considerado ese aspecto y estaban seguros de su resistencia. La otra parte, incluyendo a los promotores, los artistas o familiares que habían donado las obras al museo, y una parte de la sociedad madrileña, pensaba que se trataba de una mera cuestión ideológica.
En 1973 la obra fue retirada y trasladada primero a la Fundación Maeght de París, y después a la Fundación Miró en Barcelona. Durante este “exilio” forzoso, en cierto modo la Sirena Varada se convirtió en un símbolo político.
El 2 de septiembre de 1978, la imponente escultura volvió a su emplazamiento original, al lugar para el que había sido creada.
Desde entonces este Lugar de Encuentros representa, tal como se pensó de forma novedosa para la época, la Plaza, el centro de nuestro magnífico y valioso museo de escultura al aire libre en el Paseo de la Castellana, hoy llamado Museo de Arte Público de Madrid.
No hay comentarios:
Publicar un comentario