En el número 46 de la Calle de la Palma, en la misma puerta del Centro de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos, nos encontramos con esta chica de pelo ensortijado, de aspecto despreocupado, que viste una camiseta de finos tirantes y una falda pegada con pronunciados pliegues.
Esta eterna estudiante, a la que la mayoría de la gente se refiere como “La paseante” llegó al barrio en 1999.
Su ubicación en una de las aceras del animado Barrio de Universidad, hace que sólo sea visible por quien camina a su lado, si tratas de divisarla desde lejos no lo conseguirás. Únicamente, quien va a su encuentro o quien atraviesa dicho portal tendrán la fortuna de conocerla.
La paseante nació producto de un concurso de la escuela de Artes y Oficios. Su autor Roberto Manzano fue el elegido y ella la gran vencedora en esta iniciativa.
Una afortunada o al menos así lo creyó en un principio, ya que su vida ha estado marcada por numerosos incidentes. En el año 2009 apareció con un brazo arrancado pero aquello no fue su peor suerte. Un martes de julio de 2013 los vecinos se frotaban los ojos al encontrársela arrancada de cuajo, tirada sobre el asfalto y con la cabeza cercenada.
Éstos han sido los peores agravios que ha tenido que soportar esta chica, pero raro es el fin de semana que no llega al lunes pintada o ultrajada de cualquier otra forma. Ella que sólo aspiraba a ser una más entre los numerosos alumnos que durante el curso lectivo se amontonan en la puerta de la escuela, ahora, sufre cada noche.
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