Mozuelas, las de mi barrio,
Loquillas y confiadas,
Mirad no os engañe el tiempo,
La edad y la confianza.
No os dejéis lisonjear
De la juventud lozana,
Porque de caducas flores
Teje el tiempo sus guirnaldas.
Sus guirnaldas.
Que se nos va la pascua, mozas,
Que se nos va la pascua.
Yo sé de una buena vieja
Que fue un tiempo rubia y zarca,
Y que al presente le cuesta
Harto caro el ver su cara,
Porque su bruñida frente
Y sus mejillas se hallan
Más que roquete de obispo
Encogidas y arrugadas.
Y arrugadas.
Que se nos va la pascua, mozas,
Que se nos va la pascua.
Y sé de otra buena vieja,
Que un diente que le quedaba
Se lo dejó este otro día
Sepultado en unas natas,
Y con lágrimas le dice:
"Diente mío de mi alma,
Yo sé cuando fuiste perla,
Aunque ahora no sois nada."
No sois nada.
Que se nos va la pascua, mozas,
Que se nos va la pascua.
Por eso, mozuelas locas,
Antes que la edad avara*
Al rubio cabello de oro
Convierta en luciente plata.
Querer cuando sois queridas
Amar cuando sois amadas
Mirad bobas que detras se pinta
La ocasión calva.
Ocasión calva.
Que se nos va la pascua, mozas,
Que se nos va la pascua.
Luis de Góngora y Argote (nacido Luis de Argote y Góngora; Córdoba, 11 de julio de 1561-ibidem, 23 de mayo de 1627) fue un poeta y dramaturgo español del Siglo de Oro, máximo exponente de la corriente literaria conocida más tarde, y con simplificación perpetuada a lo largo de siglos, como culteranismo o gongorismo, cuya obra será imitada a lo largo de los siglos en Europa y América. Como si se tratara de un clásico latino, sus obras fueron objeto de exégesis ya en su misma época.
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