Escultura del dios Dioniso-Baco, de autor desconocido, instalada a principios del siglo XIX en el templete elíptico del parque de El Capricho, en sustitución de una estatua de Venus realizada por Juan Adán.
El dios del vino, del culto orgiástico y de la fecundidad. Está representado de pie, en actitud caminante y acompañado por varios de sus atributos habituales: un racimo de uvas en cada mano, un tocado de pámpanos y un tigre o pantera enredado a sus pies. Aunque se trata de una talla de discreta calidad, el cruce de las piernas de la figura, el giro de su cabeza hacia un lateral, la postura diferente de cada brazo y la torsión del animal proporcionan a la obra variedad y sensación de movimiento.
El dios del vino, del culto orgiástico y de la fecundidad. Está representado de pie, en actitud caminante y acompañado por varios de sus atributos habituales: un racimo de uvas en cada mano, un tocado de pámpanos y un tigre o pantera enredado a sus pies. Aunque se trata de una talla de discreta calidad, el cruce de las piernas de la figura, el giro de su cabeza hacia un lateral, la postura diferente de cada brazo y la torsión del animal proporcionan a la obra variedad y sensación de movimiento.
El conjunto esta ubicado en el interior del un templete, conformado por cuatro series de tres columnas de granito, de fuste estriado y basas y capiteles de orden jónico moderno con collarín grecado de mármol blanco. El interior se adorna con bancos y pavimento original de mármol blanco y gris.
Este bello templete se asienta sobre peldaños de granito y corona una de las colinas del jardín de tipo inglés.
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