Situada entre la calle de Valverde y Concepción Arenal, a un costado de la Gran Vía, se encuentra esta pequeña calle que nos ocupa, la calle del Desengaño. Ya en 1656 en el plano de Texeira se nombra como calle del Desengaño, hoy de los Basilios". En un principio la calle fue más larga, pero en 1926 cedió parte al edificio Telefónica.
El nombre se vincula a la lucha por el amor de una dama. Cuenta la leyenda que mientras el Caballero de Gracia y Vespasiano Gonzaga se batían en duelo por una doncella, allá por el siglo XVIII, una figura cubierta por un velo y perseguida por un zorro se abrió paso entre los contendientes, que decidieron parar su disputa y seguir a la misteriosa sombra de apariencia femenina. Su reacción de sorpresa y decepción al comprobar que lo que creían una bella mujer era en realidad una momia bien conservada bautizaría para siempre a la calle del Desengaño.
Entre los más ilustres vecinos, hay que mencionar a Francisco de Goya. El pintor habitó en el número 1, entre 1779 y 1800, año en que se trasladó a la cercana calle Valverde, nº 15, esquina a Desengaño, un episodio vital del genio aragonés al que el escritor alemán Lion Feuchtwanger dedicó la novela de corte histórico titulada precisamente Goya, o La calle del desengaño (1951). En la calle del Desengaño murió su esposa y nació el único hijo que le sobrevivió; y en el número 17 de la misma calle vivió y murió la que fue compañera de los últimos años de Goya, Leocadia Zorrilla.
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