viernes, 6 de enero de 2017

Estatuas de Madrid - Estatua de Francisco de Quevedo

El monumento a Francisco de Quevedo, fue erigido a petición del alcalde Alberto Aguilera, por el escultor Agustín Querol e inaugurado, aún sin terminar, el 5 de enero de 1902, en la plaza de Santa Bárbara, actual Alonso Martínez y con la presencia del rey, de Alberto Aguilera y las principales autoridades y personajes de Madrid.

La ubicación definitiva en la glorieta de Quevedo tardaría un tiempo, ya que antes de este, pasaron por la glorieta una serie de personajes que tardaron un tiempo en encontrar su ubicación definitiva. 


Así, en 1902, el mismo año que se inaugura el monumento en la plaza de Santa Bárbara, se inaugura e instala en esta glorieta de Quevedo, la estatua de Lope de Vega, y años después, fue sustituida por los Héroes del Dos de mayo, de Aniceto Marinas. Más tarde, se instaló en este lugar, el monumento que nos ocupa y en el que sigue actualmente.

El monumento consta de dos partes: estatua y pedestal, la primera en mármol blanco y el segundo en piedra caliza, también blanca.
La estatua representa a Francisco de Quevedo en pie, gallarda y airosa figura, que porta las hojas de un libro en la mano izquierda y apoya la derecha en el puño de la espada, predominando en ella la versión romántica de espadachín y caballeroso aventurero, tan propio de principios de siglo.



El pedestal, aún más subjetivo y romántico, plasma, en libre composición y vagas formas que parecen perderse, desdibujadas, en el fondo del bloque, figuras alegóricas a los temas tratados por el escritor. Así, en el frente, tenemos a la Sátira enlazada con la Poesía; y en la cara posterior a la Historia y a la Prosa. Por último, en la parta baja del pedestal, vemos nueva serie de relieves alusivos a sus obras, acompañados por la inscripción de sus correspondientes títulos: Poderoso caballero, Don Dinero; Vida de Santo Toás de Villanueva; Historia de Marco Bruto, y Vida del gran tacaño.




No hay comentarios:

Publicar un comentario