Recibimos la primavera con estas dos exposiciones para ir abriendo boca ante el suculento menú expositivo que nos espera en los próximos meses.
¡Buen provecho!
WARHOL. EL ARTE MECÁNICO.
Hasta el 6 de mayo.
El padre del pop art llega a España con una exposición de alrededor de 350 obras. La muestra recoge las obras más icónicas de Warhol, como las latas Campbell, los retratos de Marilyn o los estropajos Brillo. El Arte Mecánico es la retrospectiva más importante del artista realizada hasta la fecha en España.
Hijo de inmigrantes eslovacos, Andy Warhol (Pittsburgh, Estados Unidos 1928 - 1987, Manhattan, Estados Unidos) realizó sus estudios de arte en el instituto Carnegie de Tecnología. En 1949, tras acabar su formación, comenzó su carrera como dibujante publicitario para revistas como Vogue o Harper’s Bazaar.
En la década de los 60, el artista empezó a emplear un método mecánico de serigrafía, con el que representaba las mayores figuras del mundo contemporáneo como Marilyn o Elvis. Fue en esta época también cuando creó las latas Campbell, que se convertirían más tarde en los envases más populares de la Historia. La potencia visual de su obra y su carisma han convertido a Warhol en uno de los artistas más conocidos y queridos del planeta.
El Arte Mecánico, junto a una selección de ensayos escritos por teóricos de su obra, incluye una sección de retratos del artista, tomados por fotógrafos como Alberto Schommer, Richard Avedon o Robert Mapplethorpe.
Pessoa. Todo arte es una forma de literatura
Hasta el 7 de mayo / Edificio Sabatini, 1ª Planta
Pessoa. Todo arte es una forma de literatura es una exposición organizada por el Museo Reina Sofía que pretende descubrir al público la vigorosa, pero escasamente conocida, escena vanguardista portuguesa que se desarrolló la primera mitad del siglo XX y en la que el poeta Fernando Pessoa (1888-1935) –hilo argumental de la muestra- intervino activamente a través de sus escritos y de sus versátiles propuestas artísticas.
Para ello se han reunido más de 160 obras de arte (pintura, dibujos y fotografía) de unos 20 artistas como José de Almada Negreiros, Amadeo de Souza-Cardoso, Eduardo Viana, Sarah Affonso, Júlio o Sonia y Robert Delaunay, por citar algunos, así como abundante documentación original (manifiestos, libros y revistas, correspondencia, etc.), todo ello procedente de diversas colecciones privadas e instituciones como la Fundación Calouste Gulbenkian- que presta 56 obras-, la Biblioteca Nacional de Portugal o el Centre Georges Pompidou, entre otras.
La muestra narra con este amplio conjunto, cómo Pessoa y los artistas visuales coterráneos de aquella época, al contrario de lo que ocurrió en otros contextos periféricos, nunca fueron miméticos seguidores de las innovaciones surgidas en los centros neurálgicos como París, capital de los nuevos lenguajes artísticos desde el siglo XIX.
Movimientos por entonces de referencia en Europa como el futurismo, el cubismo o el orfismo fueron analizados con interés tanto por Pessoa como por los más destacados artistas del momento en Portugal, si bien todos ellos buscaron una senda propia sin adherirse de manera definitiva a ninguna de las corrientes predominantes.
Así, numerosas obras que pueden contemplarse en las salas reflejan un gusto por lo popular y por la idiosincrasia portuguesa que está presente tanto en el trabajo de aquellos artistas lusos que viajaron a París, introduciendo a su vuelta las nuevas corrientes, como en los artistas extranjeros que decidieron pasar una temporada en el país (como el matrimonio Delaunay).
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