El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia nos ofrece estas tres exposiciones que con toda seguridad alimentara, calmara y refrescará nuestro espíritu.
Dadá ruso 1914-1924
6 junio – 22 octubre, 2018
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Edificio Sabatini. Planta 1
Esta exposición se aproxima al arte ruso de vanguardia desde la óptica de los cánones antiartísticos asociados al movimiento internacional Dadá. El proyecto antiacadémico de Kazimir Malévich para eclipsar el arte clásico o los experimentos del lenguaje transracional (zaum) de Velimir Jlébnikov y Alekséi Kruchónij son algunas de las contribuciones tempranas sobre las que se apoya la tesis que desarrolla esta muestra.
Las obras seleccionadas demuestran la intención de numerosos artistas, no solo de involucrarse en proyectos de agitación pública con connotaciones cercanas a una perspectiva marxista, sino también de adoptar la negación, la ironía, el absurdo y el azar como principios básicos de sus manifestaciones artísticas. Las performances extravagantes, las campañas de carácter antibélico, la negación del arte clásico y la innovadora forma de fusionar lo visual y lo verbal son algunos de los rasgos compartidos entre la vanguardia rusa y el movimiento internacional Dadá. En un intento por crear un paradigma estético alternativo tanto al Constructivismo positivista como al Suprematismo metafísico, la afirmación rusa da, da (sí, sí) se transformó en la negación net, net(no, no).
Dividida en varias secciones, la exposición arranca con una de las primeras óperas del absurdo en lenguaje zaum, la influyente Victoria sobre el sol (1913), en la que participaron Kruchónij, Jlébnikov y Malévich, entre otros. Esta primera parte se centra en la abstracción alógica, alejada de la geometría y la música y desarrollada a partir del collage, el ready-made y las publicaciones. La segunda sección abarca el período entre 1917 y 1924, desde el triunfo de la revolución rusa hasta la muerte de Vladímir Lenin, quien frecuentó el Cabaret Voltaire de Zúrich, y pone el énfasis en la temática propiamente revolucionaria y las nociones en torno al internacionalismo. La última sección analiza las conexiones entre Rusia y dos de los principales centros dadaístas, París y Berlín, evidenciadas a través de las publicaciones de obras rusas en estas dos ciudades y la presencia de artistas como El Lisitski en Berlín o Serguéi Sharshun e Iliá Zdanévich en París.
6 junio – 22 octubre, 2018
Edificio Sabatini. Planta 1
Esta exposición se aproxima al arte ruso de vanguardia desde la óptica de los cánones antiartísticos asociados al movimiento internacional Dadá. El proyecto antiacadémico de Kazimir Malévich para eclipsar el arte clásico o los experimentos del lenguaje transracional (zaum) de Velimir Jlébnikov y Alekséi Kruchónij son algunas de las contribuciones tempranas sobre las que se apoya la tesis que desarrolla esta muestra.
Las obras seleccionadas demuestran la intención de numerosos artistas, no solo de involucrarse en proyectos de agitación pública con connotaciones cercanas a una perspectiva marxista, sino también de adoptar la negación, la ironía, el absurdo y el azar como principios básicos de sus manifestaciones artísticas. Las performances extravagantes, las campañas de carácter antibélico, la negación del arte clásico y la innovadora forma de fusionar lo visual y lo verbal son algunos de los rasgos compartidos entre la vanguardia rusa y el movimiento internacional Dadá. En un intento por crear un paradigma estético alternativo tanto al Constructivismo positivista como al Suprematismo metafísico, la afirmación rusa da, da (sí, sí) se transformó en la negación net, net(no, no).
Dividida en varias secciones, la exposición arranca con una de las primeras óperas del absurdo en lenguaje zaum, la influyente Victoria sobre el sol (1913), en la que participaron Kruchónij, Jlébnikov y Malévich, entre otros. Esta primera parte se centra en la abstracción alógica, alejada de la geometría y la música y desarrollada a partir del collage, el ready-made y las publicaciones. La segunda sección abarca el período entre 1917 y 1924, desde el triunfo de la revolución rusa hasta la muerte de Vladímir Lenin, quien frecuentó el Cabaret Voltaire de Zúrich, y pone el énfasis en la temática propiamente revolucionaria y las nociones en torno al internacionalismo. La última sección analiza las conexiones entre Rusia y dos de los principales centros dadaístas, París y Berlín, evidenciadas a través de las publicaciones de obras rusas en estas dos ciudades y la presencia de artistas como El Lisitski en Berlín o Serguéi Sharshun e Iliá Zdanévich en París.
Una aproximación a Afal
Donación Autric-Tamayo
13 de junio – 19 noviembre, 2018
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Edificio Sabatini, sala 430
El colectivo de fotógrafos denominado grupo Afal tuvo su origen en la edición de AFAL, revista especializada en fotografía y cine dirigida desde Almería por José María Artero García (Almería, 1928-1991) y Carlos Pérez Siquier (Almería, 1930) que se publicó durante siete años (1956–1963). La independencia de sus planteamientos y la frescura de su tono atrajeron enseguida a fotógrafos inquietos de todas partes de España y, de esta manera, la revista se convirtió en el motor de la renovación de la fotografía española después del periodo de posguerra.
El proyecto expositivo Una aproximación a Afal. Donación Autric-Tamayo parte de la donación excepcional de la familia Autric-Tamayo a la colección fotográfica del Museo Reina Sofía, ampliada en los últimos años gracias a la generosidad de Carlos Pérez Siquier y de otros fotógrafos y herederos de Afal. De entre las 700 obras de esta importante donación se han seleccionado más de 200 para la presente exposición. Con las nuevas incorporaciones, el Museo Reina Sofía se convierte en el referente para el estudio y el conocimiento de este colectivo fotográfico, uno de los más destacados a nivel internacional de la segunda mitad del siglo XX.
La muestra se articula bajo los conceptos que marcaron el periodo, las tensiones estéticas y los planteamientos vitales que definieron a los fotógrafos del grupo, enmarcados entre el formalismo y el documentalismo, el humanismo y la experimentación, el reportaje y el ensayo. En la exposición se muestra obra de 13 autores procedentes de diversos puntos del territorio español que tuvieron su núcleo y lugar de encuentro durante dos décadas en Almería.
Artur Barrio
Experiencias y situaciones
23 mayo - 27 agosto, 2018
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Edificio Sabatini, Planta 3
El artista portugués-brasileño Artur Barrio (Oporto, 1945), Premio Velázquez de Artes Plásticas 2011, es una de las figuras esenciales en las artes de acción y los conceptualismos en América Latina desde finales de los años sesenta, cuando irrumpió en la escena creativa brasileña en un contexto marcado por las tensiones políticas y la creciente represión de la dictadura militar. Las intervenciones en el espacio público y la búsqueda de un lugar de expresión al margen de las instituciones artísticas confluyen en este creador como un signo de resistencia que poetiza la vida cotidiana. En esas acciones el cuerpo del artista se sitúa en el centro de una crítica a la coerción social.
La obra de Artur Barrio constituye un ejemplo radical del modo en que el arte puede renunciar a su objetualidad; una peculiar crítica a sus condiciones de producción, circulación y consumo en la sociedad contemporánea. El artista utiliza materiales precarios y perecederos, en muchas ocasiones orgánicos, para crear situacões (situaciones) que hacen imposible su reapropiación por parte de un sistema del arte que permanece comprometido con la circulación fetichista del objeto o el documento.
La exposición se articula en dos salas: en la primera, se traza un itinerario histórico a través de documentos del archivo del artista, fotografías, películas o manifiestos, mediante los cuales ha quedado un registro de las situaciones y experiencias creadas por Barrio en diferentes lugares y momentos a lo largo de su carrera. Por ejemplo, se podrán consultar los registros documentales de acciones emblemáticas como DEFL…Situacão…+S+…Ruas… (1970), DES.COMPRESSÃO(1973), ÁREAS SANGRENTAS (1975), o LIVRO DE CARNE (1978-79), entre otras. También se incluye una amplia selección de sus CadernosLivros, cuyas páginas permiten reconstruir la proyección de un pensamiento estético desplegado en proyectos, dibujos, textos, collages, etc.
La segunda sala presenta una experiencia in situ realizada por el artista durante la semana previa a la apertura de la muestra: Barrio ocupa el museo e interviene el espacio, probando la capacidad de la institución de responder y adaptarse a la espontaneidad del gesto y la performatividad del acontecimiento artístico. En su trayectoria, este tipo de propuestas, conocidas como “experiencias”, han devenido momentos de habitabilidad de un lugar -las salas de exposiciones en museos o galerías-, en el que durante un período determinado Barrio convive con las dinámicas productivas de la institución, irrumpiendo y creando fricciones en la normalidad diaria.
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