En la Plaza de Jacinto Benavente a unos metros de la Puerta del Sol, se encuentra la que es, probablemente, la estatua urbana más conocida de Madrid. Una estatua que se mimetiza totalmente con su entorno y la estatua urbana más discreta y que más desapercibida pasa.
Su pose más que realista, se confunde con la marabunta de gente que a todas horas llena la plaza, y al trabajo que está desempeñando.
La estatua realizada en bronce, es obra de Félix Hernando García y oficialmente llamada «Barrendero madrileño 1960», fue colocada en el 2001 e inaugurada por el entonces Alcalde Álvarez del Manzano, en homenaje al gremio tan importante como son los barrenderos. La estatua se muestra ataviada con el traje típico de los barrenderos en Madrid en los años ’60, cepillo en mano limpiando la calle ejerciendo su importantísimo trabajo.
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