La estatua del farolero se alza en pleno barrio de Embajadores, en concreto en Concepción Jerónima 15, junto al edificio de la Imprenta Municipal.
Esta estatua es una de las más desconocidas de Madrid. Se trata de un homenaje al farolero, una figura exenta, fundida en bronce, de cuerpo entero y tamaño natural, realizada por el escultor Félix Hernando García en 1999. Va uniformado, con pantalón, zapatos de cordones, gabán de pliegues, camisa, corbata y gorra de plato.
Esta estatua es una de las más desconocidas de Madrid. Se trata de un homenaje al farolero, una figura exenta, fundida en bronce, de cuerpo entero y tamaño natural, realizada por el escultor Félix Hernando García en 1999. Va uniformado, con pantalón, zapatos de cordones, gabán de pliegues, camisa, corbata y gorra de plato.
El homenaje es a un profesional y a una profesión que si bien ya no existe, fue de vital importancia para la ciudad, en los tiempos donde no había luz eléctrica.
Su figura fue a veces confundida con la del sereno, ya que debía cuidar y velar por los faroles desde que eran encendidos hasta que eran apagados.
Su figura fue a veces confundida con la del sereno, ya que debía cuidar y velar por los faroles desde que eran encendidos hasta que eran apagados.
En esta calle, nos encontramos con una estatua en la que se utilizó como modelo a una persona del entorno del autor de la obra. El farolero, ataviado para la época nos recibe de pie, quieto, en ademán de espera, vigilancia de lo que, sin duda, era un farol del cual él se encargaba. En su mano izquierda lleva la “pértiga o palo” utilizado para el encendido y apagado de los faroles.
En un principio estuvo situado en la Plaza del Carmen, pero cambió su ubicación a la actual.
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