La fuente del Ángel Caído o monumento del Ángel Caído se encuentra en el parque del Retiro, sobre el solar que ocupaba la fábrica de Porcelanas de la China, destruida durante la Guerra de la Independencia en 1813. Es obra de Ricardo Bellver (escultura principal) y Francisco Jareño (pedestal).
En 1877, durante su tercer año como pensionado en la Academia Española de Bellas Artes de Roma, el escultor madrileño Ricardo Bellver (1845–1924) realizó en yeso la obra llamada El Ángel Caído. Al año siguiente ganó con ella, por cinco votos contra dos, la Medalla de Primera Clase en la Exposición Nacional de Bellas Artes, celebrada en Madrid. El catálogo de dicha exposición menciona unos versos de El paraíso perdido, de John Milton, en los que está inspirada la escultura, entresacados de la tercera y cuarta estrofas del Canto I:
Por su orgullo cae arrojado del cielo con toda su hueste de ángeles rebeldes para no volver a él jamás. Agita en derredor sus miradas, y blasfemo las fija en el empíreo, reflejándose en ellas el dolor más hondo, la consternación más grande, la soberbia más funesta y el odio más obstinado.Canto I de El paraíso perdido, Milton
La obra fue adquirida por el Estado por 4.500 pesetas, según la tasación previamente efectuada por el Jurado de la Exposición, y se decidió enviarla a París, con motivo de la Exposición Universal de 1878. Dado que en ella sólo se admitían esculturas de mármol o bronce, se iniciaron los trámites para realizar la fundición en dicho metal. Bellver sugirió hacerla en Roma, pero finalmente se llevó a cabo en París, por la casa Thiebaut-Fils.
El Ángel Caído pasó luego a formar parte de la colección del Museo Nacional. En octubre de 1879 su director, Benito Soriano Murillo, sugirió a la Dirección General de Instrucción Pública exponer la obra al aire libre:
(...) la estatua del Ángel Caído, por lo atrevido de su composición, por su original actitud y también por la materia en que ha sido fundida, tal vez no produzca todo el efecto apetecido, encerrada cual está en los estrechos límites de una sala, mientras que colocada en un sitio público, al aire libre con más espacio y horizonte, luciría ventajosamente el mérito de tan bella creación, sirviendo al mismo tiempo de ornato e iniciando de este modo al público en la contemplación de los buenos modelos del arte plástico que tan poderosamente contribuye a su cultura.Benito Soriano
La petición fue aceptada y la escultura se cedió al Ayuntamiento de Madrid para su instalación en un lugar público de la capital. El sitio elegido fue un espacio libre en los Jardines del Buen Retiro, ocupado anteriormente por la antigua Fábrica de Porcelanas de la China.
En mayo de 1880, Francisco Jareño, arquitecto responsable del Ministerio de Fomento, recibió el encargo de diseñar un pedestal sobre el que se apoyaría la obra de Bellver. Se ejecutó en granito, bronce y piedra, adoptando la estructura de una fuente con un amplio pilón. El conjunto fue inaugurado oficialmente en 1885.
Desde los años noventa, en el museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) se expone una réplica de El Ángel Caído realizada en resina de poliéster sobre molde de silicona.
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