jueves, 18 de septiembre de 2025

Calles y plazas de Madrid. Preciados

   Preciados es una calle de Madrid. Comienza en la Puerta del Sol y termina en la plaza de Santo Domingo, pasando por Callao, donde hace un quiebro. Se trata una calle con diversos locales comerciales y ocupa el quinto puesto de las calles del mundo donde es más caro el alquiler.​ Es famosa por la presencia de El Corte Inglés y otras franquicias internacionales.

   

  Su nombre proviene de haber tenido en ella su residencia dos hermanos apellidados Preciado, de oficio almotacenes.​ En 1943 el empresario Pepín Fernández emprendió sus actividades comerciales en esta céntrica vía abriendo uno de los primeros centros comerciales madrileños, Galerías Preciados, que tomó el nombre de la calle. En esta calle desde mediados del siglo XIX se encontraba el Centro Numismático Matritense (casa de cambio). En la calle se encontraba el café Varela, local emblemático de los siglos XIX y XX, frecuentado por Miguel de Unamuno, Emilio Carrerè y los hermanos Machado, entre otros.

En 1973, y junto con la vecina calle del Carmen, fue una de las primeras vías peatonales de la capital de España.​

miércoles, 17 de septiembre de 2025

Me borro y me bajo de este autobús.

   

Vivimos en occidente, en el primer mundo, en la zona donde imperan las democracias y la libertad se respira por doquier. ¡Somos el mundo civilizado!   

    Pues bien, en todos los informativos del mundo, de cualquier franja horaria,  de todas las cadenas de televisión, en cualquier emisora que se pueda captar en el dial de la radio,   en todas las noticia emitidas por las redes sociales, podemos ver y oír que en Palestina están muriendo inocentes a todas las horas. Neonatos, niños y niñas, jóvenes, hombres, mujeres y ancianos por el delito de ser palestinos y vivir en su tierra. 

   ¡Nada más! Tan solo por su origen y vivir donde nacieron ellos y todos sus ascendientes desde la noche de los tiempos. 

   Podría poner nombre a este hecho. pero no merece la pena, que más da que lo llámenos de una forma o de otra, lo único que importa es que esta sucediendo y nosotros, los civilizados, demócratas etc, etc somos testigos mudos y quietos. 

   No nos importa, no va con nosotros, nos da igual, eso si que toda esta masacre no interrumpa nuestros entretenimientos, que entonces si, se alza la voz, es el fin del mundo, del nuestro claro.    

Es más importante una carrera de bicis, un partido de futbol  que conocer y protestar  porque ahora, en Gaza, en estos momentos. ahora mismo, acaba de morir un niño en brazos de  su madre mientras buscaban alimentos para subsistir. Mientas que paro a pensar en lo que acabo de escribir a muerto otro y otro... 

   Yo tan solo me pregunto ¿De que estamos hechos? ¿de hormigón? ¿de acero?  ¿No tenemos hijos, hermanos o nietos? Es increíble la falta de humanidad, lo dejo en eso, en humanidad. 

   Se nos debería de caer la cara de vergüenza, a mi al menos se me cae, por pertenecer a esta sociedad y a esta civilización incivilizada,. yo me borro y me bajo de este autobús.    

   

Bocata de calamares en Madrid. La Campana

 Fue en el año 1997, cuando la cervecería La Campana empezó a servir sus bocatas de calamares por primera vez, cerca, muy cerca, de la Plaza Mayor, en Botoneras 6. 

  Sus grandes ventanales invitan a entrar a cualquier hora; su barra de mármol blanco, a acodarte en ella y pedir bocata con caña, uno tras otro.

  El bocata de calamares es de los mejores de Madrid, une un calamar tierno de buena calidad y un pan excepcional, aquí es donde suelen fallar la mayoría de locales de la zona.

 El producto es el que hace que se pase por alto, las colas de espera, la incomodidad de las banquetas etc...



martes, 16 de septiembre de 2025

Castillos de Madrid. Torrejón de Velasco o de Puñonrostro

  El castillo de Torrejón de Velasco o de Puñonrostro es una fortificación señorial construida durante el siglo XV. 

   Residencia y prisión temporal durante la edad moderna, albergó una fábrica de jabones en el siglo XVIII. Sufrió grandes daños durante la Guerra de la Independencia y tras su abandono terminó por convertirse en una ruina. 

  Es de planta rectangular que albergaba un conjunto de dependencias adosadas y repartidas en torno a un patio central donde se dispone un sistema de captación de agua. Las nueve torres semicilíndricas sobresalen del recinto, localizándose una en cada una de las cuatro esquinas, dos en los paños más largos (norte y sur) y una en mitad del paño oeste. La torre del homenaje, de planta rectangular y restos de cuatro pisos de los que se han perdido los forjados, se sitúa en el lienzo oriental. El acceso principal, en recodo, se produce a través de una puerta de arco apuntado de sillería situada en el lateral sur de la torre del homenaje, defendida por el cubo del ángulo sureste.

   El conjunto está construido en fábrica de mampostería irregular con tendencia a concertada de piedra caliza y relleno de argamasa y piedra en todas sus estructuras, con muros de casi metro y medio de grosor, y de unos 13 metros de altura, que se levantan sobre un zócalo macizo. En las ventanas de la torre del homenaje se emplea sillería en las jambas y ladrillo en los arcos de descarga.

Historia.

  En 1432 la villa de Torrejón era propiedad del obispo de Palencia Gutierre Gómez de Toledo. Es muy probable que él fuera el promotor de las obras del castillo, que se levanta en el emplazamiento de una fortificación anterior. La torre del homenaje se data hacia 1465. En esa época el castillo pasó a la familia Arias Dávila, elevada al condado de Puñonrostro por Carlos I en 1523 como reconocimiento por su participación a favor de la corona en la revuelta de las Comunidades.

   Acogió la estancia del emperador y de Francisco I cuando se dirigía a Illescas para celebrar “las vistas” para su casamiento de este con Doña Leonor, hermana de Carlos I, y sirvió como lugar de encarcelamiento del secretario de cámara de Felipe II Antonio Pérez, en 1587.

   En 1775 los condes de Puñonrostro dejaron de utilizar la fortaleza como residencia, instalando en ella una fábrica de jabones y otra de hilaturas de lana. Durante la Guerra de la Independencia, el castillo fue ocupado por las tropas francesas que devastaron el interior, dejándolo tremendamente dañado a su retirada. En este momento comenzó el imparable proceso de deterioro, acentuándose tras la desamortización, llegando a verse reducido a los lienzos y a las torres que los flanquea

lunes, 15 de septiembre de 2025

Palacios y casas de Madrid. Marqueses de Argueso

Situado en el barrio de Almagro, una de las zonas residenciales preferidas de la alta sociedad durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, el palacete fue proyectado en 1894 por el arquitecto Dimas Rodríguez Izquierdo como residencia principal de Miguel Martínez de Campos y Rivera, marqués de Baztán. Originalmente el solar en el que fue construido formaba parte de una parcela de mayor tamaño, en la que se levantó ya en 1870 uno de los primeros palacetes del barrio. 

  Este edificio fue derribado hacia 1892, dividiéndose entonces la finca en dos partes, ocupando el nuevo hotel el solar correspondiente al actual número 11bis de la calle Fernando el Santo. El palacete estaba compuesto por un edificio principal, un jardín delantero, una portería, un pabellón de servicio y un patio posterior. El exterior del edificio es de estilo ecléctico, con alzados de ladrillo visto y huecos enmarcados por encadenados de yeso, imitando sillería, al modo Luis XIII, con fuertes impostas y cornisa en el ático, pero sin las mansardas características de este estilo francés. La entrada principal se sitúa en la fachada lateral y cuenta con una marquesina de hierro y vidrio.

El inmueble consta de cuatro alturas con la distribución jerarquizada típica de estas residencias. En su interior presenta una planta compacta y sin pasillos. Desde la entrada se accede a un primer vestíbulo y desde éste al hall, que funciona como distribuidor de los salones y la escalera principal, de estilo afrancesado e iluminada a través de una vidriera de la casa Maumejean. De forma perpendicular al hall se disponía un salón con serre o invernadero que daba paso al jardín, otro salón decorado con una pintura mural firmada por Joaquín Sorolla y el comedor. 

En 1927 el palacete fue comprado por los marqueses de Argüeso, quienes encargaron ese mismo año su ampliación a Eduardo Figueroa Alonso Martínez, añadiéndose entonces un nuevo gran salón en el extremo sur del edificio, sobre el que se colocó una terraza, y que supuso la desaparición del invernadero, la reducción del jardín principal y el sacrificio de la iluminación natural del comedor. Aunque durante la Guerra Civil el palacete quedó a cargo de la vecina embajada británica, el comedor y el gran salón se vieron afectados por el impacto de dos obuses. En 1957 los descendientes de los marqueses de Argüeso vendieron el edificio al gobierno argentino, convirtiéndose en la Residencia Oficial del Embajador de la República Argentina en España.



domingo, 14 de septiembre de 2025

Flores con lágrimas en los pétalos

     Las flores de hoy vuelven a ir en contra del genocidio, para unos, crímenes de lesa humanidad, para otros o tan  solo, cosas que pasan. 

   Que más da el nombre, el caso es que hay una población que esta muriendo por explosivos, de hambre, por falta de atención médica o de pena a manos del estado del Israel. 

  Supongo que el sufrimiento del pueblo palestino, es el mismo que padecieron los judíos en los campos de exterminio y cámaras de gas nazis, el mismo.













Fotografía: J Ruiz

sábado, 13 de septiembre de 2025

Exposición. Escenas y paisajes en la pintura valenciana. Siglos XIX y XX

 






Escenas y paisajes en la pintura valenciana. Siglos XIX y XX





La Fundación Bancaja presenta la exposición Escenas y paisajes en la pintura valenciana. Siglos XIX y XX, una muestra antológica que visualiza la deriva costumbrista de la pintura de género valenciana, planteando una nueva mirada sobre el significado, transcendencia y evolución de esta corriente artística en la plástica de la época.

Comisariada por el catedrático de Historia del Arte Francisco Javier Pérez Rojas, la exposición reúne a más de 50 artistas valencianos que entre 1850 y 1940 renovaron los cánones académicos en la representación pictórica de escenas costumbristas y paisajes durante ese periodo.

El recorrido expositivo aborda temas como el costumbrismo rural con escenas de labradores y huertanos; la modernidad de la cartelería festiva; la Arcadia feliz de la huerta y su visión hedonista; el mar y la Albufera de Valencia; la mujer valenciana; y la religiosidad popular.

Para la revisión historiográfica planteada se han reunido en la exposición más de un centenar de obras, muchas de ellas inéditas, procedentes de un total de 37 colecciones institucionales, así como colecciones particulares.

La muestra permite apreciar la persistencia que desde mediados del XIX tiene la imagen del mundo rural en la plástica valenciana, así como la figura del campesino como sujeto depositario de una identidad en vía de disolución ante el avance uniformador de la sociedad moderna.